Desde hace días empecé a reflexionar sobre cierta situación y en el fondo sabia que había una metáfora para esto. Y hoy por fin pude encontrarla, es una historia de la mitología griega sobre dos personajes llamados Pigmaleon y Galantea.
Buscare una referencia mas completa en Internet para ponerla, pero a resumidas cuentas la historia es esta:
Pigmaleon era un gobernador griego que se supone era muy sabio y muy querido por su pueblo, a quienes les preocupaba que su gobernador estaba muy solo, no quería tener ninguna compañía y no hacia nada mas que trabajar. Pigmaleon también era un escultor muy talentoso y un día se dedico a crear una escultura de mujer. Dedico tanta pasión y tanta energía, se empeño tanto, que termino creando una obra maestra: una mujer hermosísima que cumplía con todos sus anhelos y deseos de perfección a la que llamo Galatea. Tanto empeño puso, tan satisfecho estaba con su obra y tanto la contemplo, que termino enamorándose perdidamente de ella, al grado que hacia todo por complacerla, vestirla, llevarle ofrendas, etc., aun y cuando era solo una estatua inerte. Y dice la historia que un día en una fiestas en honor de Afrodita, la diosa del Amor, Pigmaleon le pidió un deseo a Afrodita. Tanta vehemencia demostró Pigmaleon que esta se compadeció y le concedió su mas grande deseo: volvió a Galatea una mujer de carne y hueso.
Y habiendo por fin recordado esta historia tendría dos cosas que concluir:
1. Cuantas veces hemos jugamos a ser Pygmaleon y nos inventamos una persona que no existe realmente?
2. La diosa Afrodita hace mucho que se fugo de aquí y ya no concede deseos.
Bueno, tres.
3. Toparse con esta clase de descubrimientos es como arrancarse una gasa pegada en una herida supurando: duele, cala y uno grita; pero al menos por fin la herida puede lavarse para ser sanada. Al menos eso espero, es hora de relacionarse con la realidad y no con fantasías.
2 comments:
A mí ni me vean; yo siempre he recomendado a mis 'prospectos' que no sean unas 'Pigmaleonas', válgame usted la expresión, jaja.
Felices fiestas.
jajaja.. si, creo que es un buen consejo. je. Saludos a Tiburcia y los peques. ;)
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