Pausa.

Ya  no se trata  de refugiarse  mas en la noche,  en las luces neón o  los sonidos que no te  permitan escucharte. Tampoco de perderse en la sensación alegre del alcohol,  tampoco es tiempo ya de evadirse de tu persona compartiendo las sabanas...  no, eso ya ha quedado atrás.  Cuando comienzas a conocer la dicha de construir, tus manos  y tu ser seguiran buscando hacerlo.  No, la tentación de recaer es grande pero, ya no debes dar marcha atrás.

Cuando la obra de tu vida llega a una pausa, cuando tienes un momento de silencio.. ya no debe haber mas evasión, es  tiempo de escuchar tu propia  voz haciendo eco frente a ti. Es tiempo de  enfrentarte a tus demonios y someterlos. Es tiempo de reconstruirte, de levantarte, de  corregir..  y  de avanzar, quiza solo, quizá no.. pero siempre sin olvidar a la persona mas importante  y central en la vida: tu . 

Para alcanzar al amor, para conquistar el amor, la batalla mas cruenta y mas sublime, es siempre con uno mismo.