La intolerancia de la tolerancia. (O de cuan hipócritas somos).

Dije cuan hipócritas somos verdad? Bueno ese es simplemente mi ego tratando de embarrar a los demás para no sentirse tan mal. En realidad debería ser de cuan hipócrita soy. O he sido.

Verán, lo que pasa es que para alguien que se satisface (y lo hago, aunque no en voz alta) de ser considerado alivianado, relax, buena onda y tolerante (si, ese también fue mi ego!), pues estoy empezando a dudar un poco de lo ultimo. Me he dado cuenta de cuan intolerante soy, sobretodo con la gente intolerante. Paradójico? Así pareciera. Pues eso me haría ser intolerante también conmigo mismo, y ciertamente no lo soy. Así que tal vez sea que mas bien he estado ondeando la bandera de defensor de la tolerancia como pretexto para no escuchar cosas que no deseo.

Permítanme explicarme. Se bien cuales son algunas de las cosas que me provocan; y se que tengo poca paciencia para aguantar comentarios que considere de discriminación o mezquinos o que denigren a otras personas. Sobre todo a personas que conozco (si, quizás deba de dejar de leer tantas historias de superhéroes, luego me la creo).

Sin embargo siempre había sido mas bien callado y aunque no aprobaba lo que escuchaba, no decía nada. Mi justificación? Simple: “cada persona evoluciona a su propio ritmo, ya se dará cuenta de su error. No tengo por que intervenir”. Por un lado, ese pensamiento no solo era indicación de que de alguna manera me creía por encima de los demás, como si yo estuviera mas “evolucionado” –aja!. Si no que también me servia perfectamente como mascara para ocultar un cierto miedo a la confrontación. Pero de un tiempo para acá me convencí de que la no acción también es un error, y de que debería intervenir y expresar mi punto de vista cuando fuera testigo de una acto que así lo requiriera. Y pues en base a eso me he hecho un poquito mas vocal. Bienvenido sea llegar a los 30! Alguien me dijo que a esta edad empezaría con algunos cambios hormonales y pues pareciera que así es. Así que entre estar queriendo expresar mi opinión sobre lo que no me parece y estos supuestos cambios hormonales (que en realidad solo son pretexto para disfrazar mi ya de por si explosivo carácter), pues llevo ya varios arranques de boca floja en lo que va del año.

Fue en el ultimo de estos arranques que me quede reflexionando sobre mi intolerancia. Después de estar escuchar unos comentarios que no me agradaron para nada sobre una tercera persona (conocida mía por cierto), llegue al punto de no resistirlo y expresar mi disgusto (de una forma bastante mala; lo reconozco). Y pues la otra persona me dijo algo con lo que me desarmo: “Pues tengo derecho a expresar mi opinión, no lo crees?” Y la verdad así es, tiene derecho a su opinión. Aunque me disguste y sienta patadas en el hígado al escucharlo, tiene razón: tiene derecho a su opinión.

Fue Voltaire quien dijo : “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.

Muy bonito pensamiento, muy romántico con eso de “defenderé con mi vida”, pero en nuestros días es bastante difícil de aterrizar - e incluso debió serlo en aquella época, supongo. Por que, hasta donde llega esta línea de lo que debemos tolerar y lo que no? En que punto la tolerancia deja de ser virtud? * Pareciera ser una banda elástica que se estira y se estira y se estira. Y nunca van a faltar personas que se aprovechen de esta elasticidad.

Digo, tomemos como ejemplo a el Peje (o Andrés Manuel López Obrador para los que le tengan un poco mas de respeto). El sr. tiene todo el derecho a expresarse y mostrar su disgusto por el resultado de las elecciones. De que lo tiene lo tiene, nadie se lo puede discutir. Pero eso no tiene por que permitirle pasar por encima de los derechos de los demás y andar haciendo plantones y dando declaraciones que bajita la mano incitan a dividir a un ya de por si fracturado país (pienso que es cuestión de hablar con responsabilidad pero eso ya es harina de otro costal). Hasta donde se le va a permitir llegar en aras de la tolerancia a su derecho de expresión? Hasta donde se va a estirar la línea? Y yendo un poco mas lejos y con un poco mas cliché: Hitler también tenia derecho a publicar su libro con sus ideas y a dar sus discursos sobre la supremacía blanca. Con la forma en que termino la historia tengo bien claro que yo no daría mi vida por permitirle a él expresar sus ideas pero, y en ese entonces lo hubiera hecho? O mejor aun, realmente lo hubiera hecho Voltaire?

Como se lo que debo tolerar y lo que no? Me hace igual que ellos el no tener tolerancia por la gente que se muestra intolerante ante ideas, creencias religiosas, ausencia de creencias religiosas, preferencias sexuales, color de piel, comportamiento o hasta tendencias de la moda diferentes? Por personas que se burlan o denigran a los demás? Pues sinceramente no se la respuesta, pero me inclino a pensar que quien sabe. Aunque creo que tal vez dependa mas que nada de mi forma de afrontarlo.

Platicando sobre la situación anterior, un amigo me recordó una palabra que tenia olvidada: ser asertivo. Y es que ser asertivo no es responder por impulso a algo que no me agrada, ni es quedarme callado tampoco. Ser asertivo es saber debatir, respetando la diferencia de opinión con la otra persona pero dando a conocer y haciendo valer la mía. Si, todo esto suena a cursito de escuela –y que quieren? lleve clases de Valores Humanos por años. Pero una cosa es leer sobre algo o que te lo estén repitiendo, y otra reconocerlo en tu vida diaria.

En fin, antes de seguir con eso de la asertividad, hay algo mas que me quiero cuestionar. Y es el por que de mis reacciones: ya sea ser intempestivo o evitar conflictos. Lo mencione al principio: no será que uso esa carta como pretexto para no escuchar cosas que no deseo? Es muy probable que eso sea. Pero, por que? Que se esconde en esa conducta? Será miedo? Miedo a reconocer que tal vez el otro pudiera tener la razón o aun mas, a reconocer que en algún punto dentro de mi… yo también opine como el? Y eso me hace darme cuanta que dentro de cualquier intolerancia se esconde en muchos casos un miedo; un miedo profundo a lo diferente, a lo distinto. Así que, si esa persona intolerante tiene miedo y yo le agredo, no estoy dándole la razón? No estoy justificando su miedo? Y si lo paso por alto y lo dejo seguir así, despotricando contra los demás, solo por no enfrentarlo, no estoy también contribuyendo a lo mismo? Como dice un amigo, ‘esto esta del nabo’.

Lo que si se es, que tengo que dejar de ser hipócrita conmigo mismo y aceptar la verdadera razón de mis reacciones –o falta de ellas. Y hacer algo al respecto. De momento se me ocurren tres posibles compromisos para conmigo mismo que aquí les comparto –a fin de cuentas, si ya leyeron toda esta verborrea-intento-de-auto-análisis, que tanto da unas cuantas líneas mas? Anyway, sin mas justificaciones, estas son:

Uno. Confiar mas en mis creencias e ideas. Si estoy seguro de ellas no tengo por que tener miedo de exponerlas, de confrontarlas con opiniones distintas. Confiar mas, si; pero sin olvidar mantener la apertura de mente para saber reconocer si acaso estoy equivocado.

Dos. Aprender a reconocer las razones del otro. Si es miedo lo que lo lleva a actuar así, entonces no alimentarlo. O si es que esta atado a sus ideas, quizás me sirva de algo escuchar su opinión. Quien sabe? Podría aprender algo. Pero si es un retrogrado, neandertal, obtuso de mente, entonces si partirle su mandarina en… je,je solo es broma, es broma.

Tres. Aprender a ser asertivo. Con todo lo que eso implica. Después de todo no se trata de ser tolerante con la intolerancia, sino de ser asertivo contra la intolerancia.

Órale! Esa ultima frase me gusto: Ser asertivo contra la intolerancia ;)

Saludos, y muchas gracias por acompañarme en este ejercicio.

Me esforzare por llevar a cabo esos compromisos.