...
Jugamos a esquivarnos y a encontrarnos. A besarnos. A perdernos en la profundidad de nuestras ansias. Jugamos a atraparnos mutuamente en nuestros labios. Al acecho de mi lengua, tu boca. Pasión que contiene y desborda. Y me vuelvo presa y cazador. Y te vuelves cazador y presa.
...
Y es que más allá de lo que pudiese decirte con palabras, los poemas que atesoro no son aquellos que te haya alguna vez escrito - o que alguna vez te escribiré, sino esos que en el tiempo se han impregnado... levemente, suavemente, profundamente... al contorno, de nuestra piel.
Fragmento, reeditado: version abril 2017
No comments:
Post a Comment