Tus ojos

¿Donde han caído tus ojos mientras tus miradas araban en tierras baldías? Mis manos - que vagaron por intermitentes hogueras encendidas distantes ajenas y perdidas, encontraron tu iris. He pintado con ellos una pared: búscala. Y habiéndola encontrado toma tus ojos, y olvídate de mis manos.

El ave.

En ocasiones me encuentro con el deseo de soltar a esta ave que repite que me encantas. Verla surcar el cielo hasta cruzar el horizonte, tener esa egolatra satisfacción de saber que va por allí repitiendolo a quien se encuentre. Entonces recuerdo lo placentero de escucharla cantarme al oído en el silencio. 
Escucha con atención, su canto esta cambiando, creo.