Recuerdo en la escuela hacia esto con un amigo doblando una hoja para que no leyeramos lo que iba poniendo el otro, al final el resultado era siempre muy divertido. Hoy en dia el fenomeno de las redes sociales como el Facebook abren permiten que uno pueda participar con mas personas en este tipo de ejercicios.
Aqui comparto uno en el que me invitaron a participar.
CADAVER EXQUISITO PARTE 1 (Autores: Zerk Maury, Eugenio Abraham, Griselda, Guadalupe Valenzuela y Consuelo Medrano)
El pasado, ese tiempo que se quedó suspendido en la nada
como gota de lluvia vaporizada en día caliente.
Sin embargo como "polvo de aquellos lodos"
como aroma inquietante de un pasado tan presente.
En el silencio, las sonrisas llegan como eco de tiempos lejanos que se niegan a morir
y montando mis ansias en el ímpetu de tus sonrisas es que sigo tras de ti,
aferrándome a tu aroma mientras se diluye en el pasado,
entre algarabía y silencio, entre recuerdos y deseos
Mi mente en profunda contradicción se aferra incesante.
*
Con la sangre partida
el héroe regresa a cada ver del pasado
tiempo exquisito inquisidor
atrapa su ímpetu
las horas menguantes que caen desde su ojos
Recuerdo que no muere,
que subsiste a pesar de todo,
como cicatriz de memorias.
Embriagantes son sus palabras,
a mayor ingenio crece la excitación.
Impaciente, como el amante prófugo cautiva a su prometida,
presa de las horas largas y mortecinas
palpitante humedad en espera
calma las ganas durante el escape nocturno de la imaginación
Afuera hay árboles pendientes de atrapar el viento
ensayos de nubes sin lágrimas
hay una risa pendiente de niños en la calle
hay quien tal como yo, tan solamente sólo escribe.
Y pasado el anhelo que por ti sentía,
tras vencer la tentación de caer en tus brazos,
me sostengo a la melodía de un sol naciendo,
me anclo al perfume del comienzo
y dándote la espalda respiro. Vivo.
Los brazos del silencio abrazan,
olas furiosas en la playa del olvido.
*
Y todo me suena a melancolía, el aire, la brisa,
el sonido de las sonrisas, el canto del anciano,
melancolías de un tiempo que se fue y no se ha ido.
Hubiera querido decirlo, y se agotaron las palabras,
sólo un murmullo trémulo se atrevió a ser emitido,
no hubo consuelo al orgullo,
decenas de amores no vivirían aquel sueño no vivido.
Ahora no pido olvido, no doy la espalda a lo bien vivido
regreso a la inocencia, como el infante imagina toda una aventura
sobre los fuertes y largos troncos que se yerguen infinitos
sobre el horizonte me elevo
Trémula e inocente camino a la aventura,
que me espera impaciente en cada esquina,
no podría decir si el nervio me domina o si es el infinito que me espía,
quien me lleva empujando a la deriva y al que yo zigzagueo decidida,
el viento me lleva alegremente, cada vez mas alto, cada vez fuerte.
Y al sentir sus caricias sobre mi piel,
levemente me voy evaporando,
poco a poco me voy fundiendo con el...
hasta que soy sino un trémulo murmullo
que la brisa deposita en el oído de un infante
para un día convertirme en uno más de sus escritos.
*
Como las ramas renacidas del árbol que ha sido podado,
mis brazos se alzan hacia el infinito, no habrá sueños que no viva,
ni vivir que no haya sido ya soñado,
me supero del sueño pues en el solo encuentro espera,
mi promesa ahora es lo concreto y el concreto donde fuere y posara mi semblante,
deberá ser ahora de piedra y roca "que nada me turbe que nada me espante"
Un día despertaré por la mañana y tu nombre tan amado no me dirá nada,
el eco del recuerdo habrá callado y una sonrisa aparecerá en mi rostro.
Me preguntare si ha sido un sueño lo vivido y la incógnita no parecerá infinita
Yo perseguiré pisadas en la arena de otros que fueron y se han ido,
mi camino se hará ancho cada día y en la playa abierta del destino,
reconoceré mi caminar en el camino
Si antes mis pasos regresan del desierto no lo son asi mis ganancias
que entre arena caliente y pasaje desolado
la libertad
yace resplandeciente bajo otro nombre y otro rostro...
Recorro uno a uno todos los caminos
llego a ninguna parte
soy un tercero en discordia
te nombro
el eco de tu recuerdo me responde
apago mi luz
no soy.
Fotografia por Julie Biguet