Y después de meses de controversia y harta discusión... finalmente entra en vigor en el DF la ley que permite la unión legal entre personas del mismo sexo (osease para fines prácticos matrimonio pero no entremos en detalles lingüísticos). Y pues, pongo aquí una nota relacionada para no dejar pasar el hecho, que en si es un gran paso hacia una sociedad con equidad de derechos y de igualdad en las diversidades.
Y bueno, yo confió en que ahora que ya existe la opción legal de casarse… esto nos ayude a que como comunidad maduremos en la cuestión personal (iba a decir moral, pero no estoy seguro que se aplique bien el termino) de mantener una relación estable a largo plazo. Por que seamos honestos, en la comunidad GLBT las parejas estables y con una historia de muchos años son casi como una leyenda urbana: todos dicen que conocen a alguien pero a muy pocos les ha pasado realmente. Y no digo que eso este bien o mal, solo digo que es muy común escuchar (o seamos honestos, vivir) historias de grandes romances y amores “express” que en el mejor de los casos van desde varios meses, hasta casos de una sola noche. No es generalizar, pero así son las cosas en muchas ocasiones. Por que ocurre esto? Bueno pueden existir muchas razones, y no es mi intención entrar en ellas. Con estas líneas solo deseo puntualizar que es muy padre que se cuente ya con la opción pero también es una gran responsabilidad. Pero para ejemplificar mi punto déjenme contarles una historia personal:
A mi desde siempre me dio miedo manejar, me estresaba mucho solo ponerme al volante de un auto. Pero un día tuve la oportunidad de tramitar mi licencia de manejo y lo hice, así que obtuve mi licencia. Poco después tuve la oportunidad de comprar mi primer auto, y lo compre. Ahora, legalmente yo estaba autorizado para conducir; materialmente tenia ya un auto que conducir; pero realmente, yo no sabia manejar! Ahora ven a lo que me refiero? Tener la opción no significa estar preparado para ello, así que esto es a la vez una gran oportunidad y un gran reto. Y confió en que es uno que ayudara al crecimiento de esta comunidad.
Y solo para continuar con la anécdota: tome lecciones de manejo, y teóricamente ya estaba listo para manejar. Sin embargo no fue sino hasta que me decidí a hacerlo, que realmente perdí el miedo y hoy en día ya no sudo y tiemblo cuando estoy al volante de un auto (aunque no puedo decir lo mismo de quienes van conmigo jeje).
Fuente de esta noticia: nota del economista
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