Con mi aliento en pugna, con los ojos ardiendo en sal, es que voy hoy a tu encuentro. Por que te necesito para seguir de pie… aun antes de pensar siquiera en continuar andando. Necesito que me sostengas una vez mas entre tus manos, y me alojes en tu compasión y tu bondad.
Y te necesito hoy mas de lo que te he necesitado antes, en otros días, en cualquier otro momento. Por que en este oscuro instante que mi alma parpadea como una vela contra el viento… yo con humildad recuerdo cuanto es que te requiero. Y te busco, y te acudo y te pido…. y así es como aquí me encuentro.
Por que tengo que ser fuerte de nuevo, concédeme la fortaleza de los robles; por que no me puedo permitir el derrumbarme, concédeme la integridad de las montañas; por que he de sobrevenir a lo que venga, permíteme fluir como los ríos que emanan hacia al mar; por que quiero ser cobijo y ser abrigo, concédeme el calor del sol y la luz de las estrellas; por que quiero en el amor encontrarme... déjame encontrarme en el amor contigo.
Y por favor, para no olvidarme de ti no me permitas olvidarme de mi; y no me permitas olvidar que en la gracia del amor -de tu sagrado amor, esta la fortaleza que requiero. Soy un roble, soy una montaña, soy un rió, soy el sol y las estrellas… soy, y por siempre seré, tuyo.
Eugenio Abraham
Diciembre 11, 2009.
Y te necesito hoy mas de lo que te he necesitado antes, en otros días, en cualquier otro momento. Por que en este oscuro instante que mi alma parpadea como una vela contra el viento… yo con humildad recuerdo cuanto es que te requiero. Y te busco, y te acudo y te pido…. y así es como aquí me encuentro.
Por que tengo que ser fuerte de nuevo, concédeme la fortaleza de los robles; por que no me puedo permitir el derrumbarme, concédeme la integridad de las montañas; por que he de sobrevenir a lo que venga, permíteme fluir como los ríos que emanan hacia al mar; por que quiero ser cobijo y ser abrigo, concédeme el calor del sol y la luz de las estrellas; por que quiero en el amor encontrarme... déjame encontrarme en el amor contigo.
Y por favor, para no olvidarme de ti no me permitas olvidarme de mi; y no me permitas olvidar que en la gracia del amor -de tu sagrado amor, esta la fortaleza que requiero. Soy un roble, soy una montaña, soy un rió, soy el sol y las estrellas… soy, y por siempre seré, tuyo.
Eugenio Abraham
Diciembre 11, 2009.
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