Manos fieras, aprensivas, clavadas a la espalda de un cuerpo desnudo que decapitado pende sin vida. Sangre escurriendo del brazo en su boca que siento salpica a mi ser estremecido.
Ojos desorbitados en un rostro grotesco. Pelos sucios. Carne obscura.
Y cuando descubro que el gigante es Saturno devorando a su hijo...
tiemblo al entender que entre sus manos soy yo! Es el tiempo acabando conmigo.
eugenio abraham / octubre, 2007.
2 comments:
Por algo se dice que "el tiempo es el mejor maestro; lo único malo es que termina matando a todos sus discípulos".
Saludos.
je, pues si verdad, es el costo de aprender. Lo unico es que todas formas termina uno pagando el precio, aprenda uno o no. ;)
un saludote!
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