Cafe Para Dos.

Amanecer charlando y preparar cafe.
El mundo puede cambiar tanto en una noche,
mi mundo puede cambiar tanto en una charla.

No mas almohadas apiladas al costado.
No mas sueños agitados en olas de soledad.
No mas extrañar el roce de mejillas en el rostro.

Curiosas cosas que se prometen sin palabras,
curiosas promesas que se proyectan sin duda,
con tan solo verte reposar alli, a mi lado
compartiendo conmigo una taza de cafe.
Y compartimos la esperanza,
y compartimos la fe.

Por que compartir es darme y recibir al mismo tiempo.
Por que compartir la vida no es crecer con alguien.
Por que compartir la vida no es crecer por alguien.
Por que compartir mi vida es crecer juntos, tu y yo;
yo junto contigo y tu junto a mi.
Como uno solo que son dos.

Y compartimos la fe.
Y compartimos la esperanza.
Y creemos que podemos salir adelante.
Y creemos que podemos confiar en nosotros.
Y creemos en darle una oportunidad a nuestro yo.
Pues aunque las heridas y las llagas de un pasado diferente
nos callen, nos silencien, y no nos permitan el jurar amor eterno,
sabemos, sin duda sabemos desde el fondo de nuestra alma
que un tu y un yo se han fundido una vez mas en un nosotros,
y el no separarlos sera cuestion de un logro diario.

Asi al transcurrir de los dias, sentados juntos uno al otro
compartimos la esperanza y compartimos la fe;
sosteniendo entre las manos solo una taza,
cafe para uno, cafe para dos.
Cafe para uno que son dos.


eugenio abraham
abril 2002