“Pues ultimadamente es muy mi opinión y tengo todo el DERECHO de decir lo
que se me dé la gana!”
¿Les
suena conocido? A que seguramente se han topado con este “argumento” infinidad
de veces. Esta frase o variaciones de la
misma es como la sal y pimienta (ósea que nunca van a faltar) de los alegatos
de personas que intentan con ello mostrar su repudio ante ciertos temas o su inconformidad
ante los mismos - entiéndase más recientemente el asunto de los matrimonios
igualitarios y las adopciones. Esta
frase ya es en sí un último recurso totalmente arbitrario que raya más bien en
un “pues ya no sé qué decir y te callas” y que realmente no merecería ninguna atención. Lo interesante aquí es el “astuto” intento de escudarse
en su “derecho a la libertad de expresión”.
Menciono
esto porque a mí en lo personal esa frase de Evelyn Beatrice Hall
que dice “podre
no estar de acuerdo contigo pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”
siempre me ha parecido como la máxima de la libertad de expresión
y me mueve a estar en contra de la
censura y a tratar de mantener una postura abierta al dialogo. Sin embargo escuchar a gente decir una
sarta de burradas si me ha hace pensar “¿de
verdad tengo que defender el que estén diciendo tanta pend.. err… tonterias?” Digo, están esgrimiendo el “sagrado argumento”
del derecho a la libertad de expresión. Pues la respuesta a este dilema es un simple y
rotundo: No, I dont think so (ósea: No,
no creo. Perdón vivo en frontera). Y aquí
va una explicación del porqué.
La
libertad de expresión definitivamente es uno de los derechos básicos del ser
humano, es clave para garantizar la sana convivencia de cualquier sociedad y el éxito de cualquier gobierno que se jacte
de ser democrático. Como tal, esta descrita en prácticamente todas
las constituciones y declaraciones del mundo civilizado. Así que para entender
exactamente qué es y en que consiste vámonos a la que es considerada la madre
de todas las declaraciones, la mera mera de los garantías de cualquier persona en el mundo, es decir: La Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
La Declaración
Universal de los Derechos Humanos, en caso de que usted no lo supiera
(digo, yo acepto que lo investigue) fue proclamada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las
Naciones Unidas y debe ser seguida y respetada por todos sus países miembros,
del cual nuestro país orgullosamente forma parte.
Bueno y
¿qué dice este documento sobre la dichosa libertad de expresión? Pues citando su Artículo 19 tenemos que:
Artículo 19
Tenemos derecho a pensar y a decir lo que
pensamos. Nadie tiene derecho a molestarnos por esta razón, ni a prohibirnos
hacerlo.
Si así lo deseamos, tenemos derecho a
difundir y a compartir nuestras ideas utilizando cualquier forma de expresión.
Así que bueno, hasta aquí y según lo que allí dice entonces podríamos pensar que ¿todo el mundo tiene el derecho a decir cualquier cosa que se le ocurra y los demás ya nos fregamos pues nos tenemos que aguantar nos guste o no? Pues no. Y precisamente aquí es donde esta lo bonito del asunto.
Aceptémoslo, en algún punto todos hemos estado tentados a sentirnos como niños caprichudos pensando que el mundo no nos merece y que podemos hacer siempre lo que queramos por el simple y sencillo hecho de ser quienes somos (y lamentablemente muchos son los que ceden a dicha tentación). PERO, la Declaración Universal de los Derechos Humanos no está hecha para eso; porque no solo nos habla de DERECHOS sino también de OBLIGACIONES. En particular podemos referirnos al Artículo 29 para entenderlo.
Artículo 29
Tenemos obligaciones para con la
comunidad, pues sólo en ella podemos desarrollarnos plenamente como personas.
La ley debe garantizar plenamente nuestros derechos y libertades. Las
limitaciones que establezca la ley tendrán como único fin la protección de los
derechos y libertades de los demás, el bien de la comunidad y el bienestar
general que el pueblo demande.
Ninguno de nuestros derechos o libertades
puede ejercerse de manera contraria a lo establecido por los propósitos y principios
de las Naciones Unidas.
Déjenme volver a repetir esto: “Las
limitaciones que establezca la ley tendrán como único fin la protección de los
derechos y libertades de los demás.” Aunado a que: “Ninguno
de nuestros derechos o libertades puede ejercerse de manera contraria a lo
establecido por los propósitos y principios de las Naciones Unidas.”.
Asease que hablando específicamente de la Libertad de Expresión, tengo todo el derecho de decir lo que se me dé la gana siempre y cuando con esto no trasgreda los mismos derechos de los demás. Y como que para reforzar esto ¿saben que dice el siguiente articulo? Ya yéndonos un poquito más allá del simple hecho de decir lo que se me da la gana y pasar a organizar Marchas y hacer discursos que en su fondo y forma lo que pretenden es quitar sus derechos a otros.
Asease que hablando específicamente de la Libertad de Expresión, tengo todo el derecho de decir lo que se me dé la gana siempre y cuando con esto no trasgreda los mismos derechos de los demás. Y como que para reforzar esto ¿saben que dice el siguiente articulo? Ya yéndonos un poquito más allá del simple hecho de decir lo que se me da la gana y pasar a organizar Marchas y hacer discursos que en su fondo y forma lo que pretenden es quitar sus derechos a otros.
Artículo 30
Ningún gobierno, grupo social o persona de
ninguna parte del mundo puede realizar actividades para suprimir los derechos y
libertades que aquí se establecen.
Artículo 16
Al cumplir la mayoría de edad, tenemos
derecho a casarnos con la persona que libremente elijamos y formar nuestra
propia familia.
Las mujeres y los hombres deben gozar de
iguales derechos respecto al matrimonio, ya sea que estén casados o hayan
decidido separarse.
Nadie tiene derecho a obligar a otra
persona a casarse.
El gobierno y la sociedad tienen la obligación de proteger a nuestra familia.
El gobierno y la sociedad tienen la obligación de proteger a nuestra familia.
Y entiendo que el término
que aquí les hace ruido a muchos es precisamente ese: familia. Y aunque eso ya
es todo un tema para otro día, baste entender esto: todos y todas tenemos
derecho sin excepción a los mismos derechos y las mismas obligaciones.
Así que resumiendo: todo este rollo de si
debo respetar o no el que una persona diga cualquier tontería prejuiciosa e
intolerante que se le ocurra se me vienen a la menta dos frases: “el respeto
al derecho ajeno es la paz” y "Lo único
que no se puede tolerar es la intolerancia".
PostData: Por cierto, ¿mencione que en
nuestro país cualquier tipo de discriminación no solo está prohibida por el Artículo
Primero de Nuestra Constitución sino que además existe toda una Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación
así que ejercerla básicamente es un DELITO? No, bueno, hay que tenerlo en
cuenta.