Lluvia danzante, hoy bailas alegre entre las llamas del abuelo fuego, entregándote a Él, evaporandote, elevándote, trascendiendo. Espiral de agua y fuego, columna de vapor que por instantes une a tierra y cielo, y que se va dispersando levemente en el viento. Dejando tras de si una parte de ese vapor, que se condensa alrededor de mis ojos y va trazando sobre mi rostro un cálido sendero.
Lluvia danzante, hoy que te veo me entrego yo también al fuego y dejo a mi corazón arder, en amor y en alegría. Ofrezco al fuego mis recuerdos y estos sentimientos, para crear así mi propia columna que una tierra y cielo. Me purifico, me libero. Bendita sea la vida, y bendito aquel que esta mas allá de ella. Bendita la lluvia y bendito sea el fuego. In lakesh. Somos uno.
eugenio abraham
Omawary, sept 2011.
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