Solia simplemente escribir mis pensamientos e inquetudes en archivos de texto, y aquellos que me gustaban o que sentia podrian decirle algo a alguien mas los compartia mandandolos por correo a algunos de mis amigos... con el tiempo fui llamando a estos mis pre-textos varios, y mi lista de contactos fue tambien creciendo.
Cuando cumpli 30 años decidi hacer "algo mas serio" y abri mi primer blog, precisamente llamado "De Pretextos Varios", lugar donde comence a depositar mis pretextos y a vaciar ademas muchas de mis inquetudes del dia a dia.
Todo cambia con el tiempo, vamos creciendo y evolucionando. La verdad es que hoy en dia ya practicamente no mando correos, no actualizo el blog tan seguido (bendito facebook) y ya no escribo tampoco tanto como antes (me ha dado mas por la fotografia y mi tiempo libre "libre" es mas escaso).
Pero bueno, razones mas, razones menos... han pasado ya casi cinco años desde mis 30 primaveritas y me pregunto.. si no es tiempo ya de hacer algo mas serio, en serio. No se si es que le saco o que simplemente no me la creo, pero es tiempo de realmente evolucionar. Y siendo casi fin de año es un buen momento para plantearse retos.
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Wednesday, December 29, 2010
Friday, December 03, 2010
Fuera de lo común.
Un guerrero de la luz siempre hace algo fuera de lo común.
Puede bailar en la calle mientras se dirije al trabajo, mirar a los ojos de un desconocido y hablar
de amor a primera vista, defender una idea que puede parecer ridícula.
Los guerreros de la luz se permiten tales días.
No tiene miedo de llorar antiguas penas, ni de alegrarse con nuevos descubrimientos.
Cuando siente que llegó el momento, lo abandona todo y parte hacia su aventura tan
soñada. Cuando entiende que está en el limite de su resistencia, sale del combate,
sin culparse por haber hecho alguna locura inesperada.
Un guerrero no pasa sus días intentando representar el papel que otros escogieron para él.
Paulo Cohelo.
Del Manual del Guerrero de la Luz.
Puede bailar en la calle mientras se dirije al trabajo, mirar a los ojos de un desconocido y hablar
de amor a primera vista, defender una idea que puede parecer ridícula.
Los guerreros de la luz se permiten tales días.
No tiene miedo de llorar antiguas penas, ni de alegrarse con nuevos descubrimientos.
Cuando siente que llegó el momento, lo abandona todo y parte hacia su aventura tan
soñada. Cuando entiende que está en el limite de su resistencia, sale del combate,
sin culparse por haber hecho alguna locura inesperada.
Un guerrero no pasa sus días intentando representar el papel que otros escogieron para él.
Paulo Cohelo.
Del Manual del Guerrero de la Luz.
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