"Esta ciudad está enferma, me escribe Durito, está enferma de soledad y de miedo. Es una gran colectividad de soledades. Es muchas ciudades, una por cada uno de los que habitan. No se trata de una suma de angustias (¿conoces alguna soledad que no sea angustiosa?), sino de una potencia; cada soledad se multiplica con el número de soledades que la circundan. Es como si la soledad de cada uno se metiera en una de esas "Casa de los Espejos" que hay en las ferias de provincia. Cada soledad es un espejo que refleja la otra soledad que, como espejo, rebota soledades"
- Fragmento de El cristal para ver del otro lado,
del libro Don Durito de la Lacandona por el Subcomandante Marcos.