reCitando:


"El cambio es la única cosa inmutable"
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán


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Monday, August 10, 2009

Hace un año

"las cosas para que sucedan, primero hay soñarlas" M.Bose.

Carta. – A un amor que comienza en un día como cualquiera.


Te digo algo? Con el paso del tiempo he aprendido que no existen fechas mágicas que nos ayuden a hacer de nuestros planes un suceso, cualquier día puede ser tan bello y especial como nos decidamos nosotros mismos a hacerlo. Es en la intención y en el amor invertido donde radica la verdadera magia, y es así como un día cualquiera puede volverse único y especial, y mas que una fecha marcada en un calendario queda grabado un instante en nuestro corazón. Y es por eso que hoy, un día que pudiera ser como cualquiera, he elegido este preciso lugar, y este preciso momento para confesarme ante ti y hablarte de mis deseos, de mis miedos y de mis anhelos.

Para comenzar he de decirte que desde esa tarde en que te descubrí, en mi mirada ha quedado grabada tu figura y cuando miro al cielo veo tu silueta dibujada en las nubes y en las estrellas. Que desde el primer momento en que enlazamos nuestros brazos, las noches en que no reposas a mi lado tus manos me alcanzan en sueños y recorriendo mi ser me rodean y reconfortan. Debo decirte que la sensación de tu cuerpo desnudo es ansia que impregna mi piel, y que tu aroma subsiste en mi deseo como perdura por siempre la efervescente sal en las olas del mar. Que tu dulce mirada viaja por mi sangre, otorgándome con ella toda su calidez y energía.


Me has dicho que yo he llegado a tu vida para darte alegría, que te he rescatado de una tristeza y desolación. Pero yo tengo que decir que para mi, tu eres un rayo de sol llegado a mi vida durante un eclipse de luna. Eres lluvia de verano eliminando el hastió que desquebrajaba mi alma. Pero mas allá de eso, te he conocido y he descubierto que eres luz en y por tu mismo ser, y que posees una enorme vitalidad que hace eco con la mía, invitándola a brillar con mas y mas intensidad.


Me has encontrado herido y debo admitirlo, temeroso. Te he pedido tiempo y paciente me lo has concedido. Mas mis alas han sanado y ahora que debería estar listo para retomar el vuelo me pregunto, por que es que me detengo en seco y no me atrevo a saltar hacia lo alto? Creo que a fin de cuentas no es que yo haya sido herido tanto, sino que me he acostumbrado a ello. Y ahora que te encuentro, ahora que te veo con las palmas abiertas postrado frente a mi, desconfió. Mas como dijo aquel a quien llamo hermano: “No temas obtener aquello que tu corazón desea, créelo, por que lo mereces.” Y he decidido comenzar a hacerlo.


Mas he dejado transcurrir diez mil ochenta y un minutos esperando por el momento adecuado, he pasado ciento setenta y ocho horas pensando en construir un escenario que me permita externar, lo que dos simples palabras podrían expresar en tres segundos – y nuestra voluntad perpetuar por una vida. Que puedo decir? Ser un romántico ha sido siempre mi mejor pretexto. Pero al comenzar a escribir esta carta he recordado que no existe mas y mejor momento que el instante en que respiramos. Y es por eso que hoy, siendo este un día que pudiese ser como cualquiera, decido volverlo especial al entender que no necesito de fechas, flores, cena o velas para decirte cuanto es que te quiero. Para confesarte mis miedos y mis anhelos, para hacerte saber cuanto es que me importas al pedirte que compartas conmigo los tuyos. Y no existe mejor momento para dar rienda suelta a un amor que comienza, que este en que tomando tu mano y entrelazando los dedos, te miro a los ojos y te digo simplemente: Si, acepto. Y es así como este ya no es un día como cualquiera.


eugenio abraham

agosto 10, 2008.

Uki, gracias.


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