reCitando:


"El cambio es la única cosa inmutable"
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán


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Wednesday, September 05, 2007

Un Sueño.

Anoche soñé que moria.

Desperté de madrugada y me levante de súbito, apenas si avance unos cuantos pasos cuando al salir de mi habitación sentí como el viento atravesaba mi cara y al volver la mirada, pude verme recostado sobre mi cama.

Aquella visión fue literalmente un duro golpe. Uno que recibí como un profundo y certero impacto en mi pecho; de pronto el aire salio de mi en una sola bocanada, como devolviendo lo que esta de mas.

La desesperación se apodero de mi y comencé a sudar , pero mi sudor era una esencia incolora que había visto jamás; era como el roció que aparece sobre las rosas por la mañana y se expandía como húmeda neblina; tan densa, que rodeándome obstruyo mi vista.

Me resistía. Luchaba contra lo que estaba sucediendo y en mi desesperanza quise gritar, pero el silencio de la noche opaco mis lamentos. Quise llorar, pero mis lagrimas se evaporaban; y entonces frente a mis ojos, condensándose de nuevo, se fundían y transformaban en pequeños cristales.

Y fue así como de pronto me vi rodeado por una multitud de diminutos prismas.
Estaba enajenado, ahogado en una ola de tristeza y melancolía, de reproche, de ira y rabia... sentía que moriría y yo no podía irme, no podía!!! Es que tengo tanto que hacer todavía, tanto que lograr, tanto por que vivir!! Mas de repente nada importaba ya, mis sueños estaban truncados, mis planes cortados de tajo, ni siquiera había podido despedirme de los que amo.

Fue entonces cuando me percate de que no solo mi corazón ya no latía dentro de mi, sino que peor aun... mi corazón ya ni siquiera estaba dentro de mi! Allí donde antes pulsaba un constante latir, ahora solo existía un hueco. Mas no tuve oportunidad de preocuparme por esto.

Súbitamente uno de los prismas brillo tanto y con tal intensidad, que atrajo mi atención. Lo tome entre mis manos y al acercarlo logre ver dentro de el. Pude observar una sonrisa hermosa. Tome otro y en ese descubrí una linda mirada. Uno mas y pude verme a mi sentado tranquilamente a la orilla de una playa.
Era mi vida lo que tenia frente a mi, fragmentos de mi propia historia, mis sueños, mis sentimientos, ...todos repartidos en pequeños cristales.

Lo comprendí entonces.
Mi corazón se había vertido en mis lagrimas. En un momento de extrema desesperación había sacado de mi ser aquello que me da sustancia, aquello que me define.

Como pude, fui tomando cada pieza de ese remolino de fragmentos. Introduje cada cristal a mi boca alimentándome con ellos; y fue así como probé la amargura en cada uno de mis fracasos, pero también atestigüe como al levantarme me volvía mas fuerte. Reviví mis momentos de gozo, de triunfo. La alegría de compartir mi vida con quienes amo. Cada sonrisa que me fue correspondida, cada mirada que me llego al alma. Cada mano que estreche con la mía. Cada caricia sobre mi pelo y mi piel. Fue hermoso. Fue magníficamente hermoso. Pero seguía muerto.

Y es que no son los recuerdos los que nos dan vida. Faltaba algo. Y entonces la vi. Allí, flotando en la distancia estaba mi fe. E incrustada dentro de ese mismo cristal se encontraba mi voluntad. Por que para mi la una ha ido siempre junto a la otra.

Sonreí al verlas y antes de tomarlas hice un compromiso: de ahora en adelante, sin importar que tan fuerte fuera la agonía, o que tan oscuro pintara un panorama, me esforzaría por no perderme a mi mismo otra vez. Y llevando a mi pecho ese ultimo cristal abrí mis ojos y fue así como desperté.

Anoche soñé que moría y mientras lo hacia, vivía nuevamente.
Un abrazote, un beso, y muchas gracias a cada uno por quienes he obtenido esos cristales en mi vida.

eugenio abraham, marzo 2003.

2 comments:

Mr. Magoo... said...

Esto que has escrito es una leccion de vida enorme, pero enorme. Y es que siempre nos ensimismamos al grado de creer garantizada la vida y no ponemos esos dos ingredientes que mencionas, los olvidamos, los hacemos a un lado, vivimos por "default" y que nos pasa? nos vamos vaciando de a poco.

Que buena leccion de vida me llevo en serio, tengo que dar ese paso, recapturar esa fe y esa voluntad para seguir adelante con suenios y metas trazadas.

Saludos.

eugenio abraham said...

Hola Mr. Magoo! Y pues si, la fe y la voluntad son esenciales en la vida. Esto lo escribi hace años y aun me sigue dando pedradas cada que lo leo. La Fe es algo que me ha estado dando de que pensar de un par de años para aca y sigo en ese camino de busqueda. En fin un abrazote y un gusto tenerte por aca. ;)

Saludos